Virgen bendita sin par, de quien toda virtud mana, vos sois digna de loar. Vos, sagrada Emperadora, deshicistes el engaño y remediastes el daño de la gente pecadora. De los ángeles señora vos querais tal gracia dar, que no podamos pecar contra aquel que carne humana de vos le plugo tomar. De vos canta Salomón toda en un todo fermosa, entre las espinas rosa salistes en perfeción. A vos el alto varón se humilla a devoción, que sois bendita sin par, de quien toda virtud mana, vos sois digna de loar. Desde ab initio criada antes santa que nacida, para ser nuestra abogada fuisteis de Dios escogida; la muerte de nuestra vida reparasteis sin dudar: vos nuestro bien singular de quien toda virtud mana, vos sois digna de loar. De nuestras tinieblas luz, abrigo de nuestros males, al pié de la vera Cruz sentistes ansias mortales. De las penas infernales querednos vos desviar; pues que nacistes sin par de quien toda virtud mana, vos sois digna de loar. Vos, señora, desde el suelo, con vuestro sagrado parto nos causaste bien tan harto que vivimos sin recelo. Distenos parte en el cielo, do speramos de gozar todo nuestro desear en la gloria mas ufana que nadie puede pensar.