Del Espíritu Santo hijo te aclama, con asombro la Iglesia militante porque arde en ti la enardecida llama del fuego de su amor siempre brillante, epíteto glorioso, Pedro santo, que a la tierra le causa raro encanto. Sacro numen dirija mi voz a tu alabanza, porque ella no la alcanza ni sabe qué hacer. Mortales, alentad y a Pedro celebrad por su alta fe.