Pues mi Dios ha nacido por mí, déjenle volar Pues está desvelado por mí, déjenle dormir que no hay pena en quien duerme en el sueño se ensaya a morir, déjenle dormir. Silencio, silencio, que duerme, cuidado, que vela. No le despierten, si le despierten, déjenle velar. Pues del cielo a la tierra rendido Dios viene por mí; si es la vida jornada sea el sueño posada feliz.