Corta las jarcias, corta las velas! ¡Cielos, piedad, que me nega! Porque ya del trinquete de la humana resistencia el viento desenaya las jarcias y las velas. ¡Ay clemencia a la orilla, socorro, piedad, clemencia!
Corta las jarcias, corta las velas! ¡Cielos, piedad, que me nega! Porque ya del trinquete de la humana resistencia el viento desenaya las jarcias y las velas. ¡Ay clemencia a la orilla, socorro, piedad, clemencia!