Ojos garços ha la niña: ¡quién se los enamoraría! Son tan bellos y tan bivos que a todos tienen cativos, mas muéstralos tan esquivos que roban el alegría. Roban el plazer y gloria, los sentidos y memoria; de todos llevan vitoria con su gentil galanía. Con su gentil gentileza ponen fe con más firmeza; hazen bivir en tristeza al que alegre ser solía. No hay ninguno que los vea que su cativo no sea. Todo el mundo los dessea contemplar de noche y día.